martes, 3 de enero de 2017

La Revoluciòn de los Humildes y las Ideas cumple 58 años.

La Asociación de Cubanas y Cubanos Residentes en la República Bolivariana de Venezuela saluda este luminoso día: Primero de enero de 2017. Hoy la unidad del pueblo de  Cuba es una alianza indisoluble. Es una Revoluciòn victoriosa que cumple cincuenta y ocho años de triunfos: permanencia que para muchos resulta una proeza inexplicable. Una Revoluciòn que ha enfrentado desde los primeros  instantes de su existencia todo tipo de ataques y en los màs disímiles terrenos  a cargo del país màs poderoso del mundo; reconocido a nivel global  como la cabeza
 del imperio.  Este histórico enemigo se propuso borrar de un plumazo a una Revoluciòn muy joven que la ceguera  capitalista vio débil y  tambaleante. 

Por eso la agresión por Girón;  por eso el bloqueo como una embestida inhumana y genocida que es también  una vergüenza para el propio pueblo de los Estados Unidos que también padece las consecuencias de la voracidad y arrogancia  imperial con su inusitada agresividad. Por eso las incontables acciones terroristas con pérdidas materiales y humanas durante màs de medio siglo.

Pero este imperio  nunca entendió y parece que ya no lo entenderá jamás que como aprendimos con Fidel “la Revolución cubana comenzó con la primera guerra de Independencia en 1868”. Fue el año glorioso cuando se entonaron por primera vez las notas del himno patriótico de la Patria y quedó claro para todos y todas que  en cadenas vivir es vivir en oprobios y afrentas sumidos. Meses màs tarde el 23 de enero de 1869, el Joven Martí con solo  dieciséis años de edad publicaba  en La Patria Libre su poema dramático “Abdala”. “Escrito especialmente para la patria”. 
El amor, madre, a la patria
No es el amor ridículo a la tierra,
Ni a la yerba que pisan nuestras plantas;
Es el odio invencible a quien la oprime,
Es el rencor eterno a quien la ataca; 
Parece ser que ese error cronológico con el número 1868, ha sumergido al imperio en una nueva dimensión histórica: el imperio (espiral) de las derrotas. No aprende. No respeta la historia de un pueblo humilde que con sus obreros y campesinos ha estado dispuesto por su Revoluciòn a dar la vida. Que se reconoce como Nación y Patria desde las màs profundas raíces de su cultura, surtidor inacabable de ideas luminosas y claves para todas las  victorias. 

Un error casi idéntico parece cometer el imperio con Venezuela al no entender que a pesar de los golpes…el pueblo es cuero seco: si lo pisan por un lado, por el otro se levanta, como dijera Alí Primera, el cantor del pueblo venezolano. Es una falta enorme la que comete  al no comprender que  la Revoluciòn Bolivariana  es el eco de un rugido que selló el inicio de la lucha por la independencia del dominio español salido desde el corazón de la primavera del 19 de abril de 1810. Un grito que se transformó en continental y que continúa en pleno apogeo.  En la última estrofa del himno nacido producto de esta gesta: Unida con lazos / que el cielo formó, /la América toda/ existe en Nación.
En su ensayo  Nuestra América, publicado también un 1º de enero de 1891, que en opinión de Roberto Fernández Retamar  a plena vigencia, es un verdadero guía para la interpretación y la acción que nos corresponden en estos tiempos, es un señalamiento insuperado de la identidad cultural de los pueblos que llamó con el nombre abarcador de su título, Martí expresó: " Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras” y años màs tarde, Fidel siendo Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba en el Discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, el 3 de febrero de 1999, “Una Revolución solo puede ser hija de la cultura y las ideas”.
En el mismo  discurso lega a los pueblos que luchan un sabio análisis para la resistencia y nuevas victorias: “Hemos resistido esa guerra, y, como en toda batalla, lo mismo sea militar que política o ideológica, hay bajas. Existen los que pueden ser confundidos, y lo son, o reblandecidos, o debilitados con la mezcla de las dificultades económicas, las privaciones materiales, la exhibición del lujo de las sociedades de consumo y las podridas ideas bien edulcoradas sobre las fabulosas ventajas de su sistema económico, a partir del mezquino criterio de que el hombre es un animalito que solo se mueve cuando le ponen delante una zanahoria o lo golpean con un látigo. Sobre esa base ellos apoyan toda su estrategia ideológica, podríamos decir”.

“Hay bajas, pero también, como en todas las batallas y en todas las luchas, en otros se desarrolla la experiencia, se hacen más veteranos los combatientes, multiplican sus cualidades y permiten mantener y elevar la moral y la fuerza necesaria para seguir luchando”.

No será nunca un espejismo, fantasía ni imaginación reconocer a Fidel, a Chávez y a Bolívar  multiplicados en las aulas de nuestras escuelas, institutos y universidades diseñando el futuro. O ver a Martí formando parte de cada vez màs ejércitos de batas blancas que  echan su suerte con los pobres  de la tierra defendiendo la vida de los olvidados. No será nunca espejismo, fantasía ni imaginación observar a Maceo en los  laboratorios de Biotecnología y Biopreparado trabajando concienzudo y sublime con un maravilloso equipo de investigación  y desarrollando compuestos vacunales para la salvación de humanidad.

El presidente Raúl Castro en su discurso de despedida a Fidel expresó : 'Fidel demostró que sí se pudo, sí se puede y sí se podrá y la Revoluciòn Cubana, como parte de la  Revoluciòn Continental será hoy, mañana y siempre la realidad con sentido del momento histórico mejor concebida de nuestra Patria, por nuestra Patria y para la Humanidad.

¡En  los cincuenta y ocho años de victorias de la Revoluciòn Cubana vive  el 10 de octubre de 1868!
¡Vivan las ideas y el legado eterno de os próceres de nuestra independencia!


¡Viva el Pueblo Cubano!

¡Vivan los Humildes del mundo!

ACCREVEN/CULTURA/
Regina Michel